Por: Fernando M. Hernández | 2 minutos
“La mayoría de los emprendedores tienen en claro que pasos deben dar para comenzar a emprender o mejorar su emprendimiento, pero no lo pueden ejecutar.”
Sucede que cuando uno comienza a planear un emprendimiento, suele analizar diferentes y varias opciones, que no siempre son las correctas, aún más, en los casos en los cuales nunca antes se había emprendido en ninguna actividad o negocio.
Claro, el impulso que les genera, el empezar a emprender, es de una fuerza de voluntad de tal magnitud, que muchos, ni siquiera se sientan a analizar su plan de proyectos, o plan de negocio, simplemente, siguen su instinto emprendedor, y van por todo y contra todo.
Pero esto no quiere decir que siempre funcione, de hecho, muchas veces este impulso nato de querer emprender sin plan o sin instrucción, sin mentor o asesoría, termina por agotar al emprendedor, y a su proyecto de negocio, de tal forma, que las estadísticas, muestras que el 68% de los emprendedores, abandonan su emprendimiento, y culpan al sistema, o a la economía actual, por su fracaso.
Lo lógico e importante, es siempre contar, lo considere, o no necesario, con asesoramiento especializado, o consejero vinculado a su proyecto, aun, si todo le sale tal cual lo esperaba, para poder tener un feed back de los pasos que está dando.
Y aquí viene un análisis a la pregunta del título: es real y comprobado, que sea cual fuese el caso, este por emprender, haya emprendido, tenga o no éxito, llega un momento en la carrera de todo emprendedor, que, aunque sabe lo que tiene que hacer, no lo hace, no lo ejecuta, se paraliza, no acciona, se frustra, y aunque intente, en el momento no lo entiende, pero no logra avanzar, ¿Por qué?
Hay varios y diferentes motivos por los cuales puede estar transitando por este proceso de inacción, y el más popular, para así decirlo, es el estanque en la zona de confort.
La mayoría de los emprendedores cree que esta falta de ejecución de acciones, se relaciona a cuando el proyecto o empresa presenta problemas, entonces ahí, el emprendedor, o empresario, entra en crisis, se altera, no ejecuta acción por el estrés del momento, y se paraliza ante la toma de decisiones y pasos a seguir.
Pero no, es al revés, cuando uno comienza su proyecto, y alcanza los resultados y objetivos bajo su propio plan, no es el caso de todos, lógico, llega un momento en el que entra en la llamada zona de confort, la zona de relajación donde el emprendedor o empresario, cree que su negocio es único, interminable, próspero, y que no necesita de asesores para crecer.
Y allí, comienza la crisis de la inacción, sabe lo que tiene que hacer, pero como la crisis lo encuentra reposando en esa zona de confort, cualquier análisis propio, ese mismo que siempre fue exitoso porque estuvo acompañado de logros sustanciales, de repente, se convierte en una duda emergente, y de forma inminente, se pierde el poder de ejecutar. Aun sabiendo lo que debe hacer, no lo hace.
Como siempre digo, y en concepto de opinión, más que de consejo, recuerde que los emprendedores y empresarios más exitosos del mundo, siempre tienen asesores, colaboradores y capacitadores privados, que los orientan y los ayudan a reflexionar sobre las acciones y planes de proyectos que sus negocios necesitan, estén estos, atravesando por una crisis, o viviendo sus años más fructíferos.
A vos, ¿te paso alguna vez de no poder hacer lo que sabes que debías hacer?
Por: Fernando M. Hernández (columnista). Empresario y emprendedor. Comunicador y escritor sobre emprendedurismo, desarrollo territorial, integración, liderazgo y motivación.