Hoy, en un mercado claramente afectado por el confinamiento y la prohibición de circulación, muchos emprendedores han tenido que reinventarse.
Volver a inventar, pensar nuevos productos, nuevos servicios para satisfacer las necesidades no satisfechas del mercado; más aún, para cubrir aquellas que los potenciales clientes si quiera saben que tienen.
Al desarrollar nuevos modelos de negocios en tan poco tiempo es importante tener en cuenta algunos aspectos legales para evitar conflictos futuros.
Aun cuando tu empresa posea una marca registrada, los nuevos productos o servicios que brinda, deberán estar protegidos.
Por eso te presento 5 claves para que tengas en cuenta antes de lanzarte.
1) Tu idea por más novedosa que sea no te asegura a vos como su autor el derecho sobre la misma si no posees el registro legal correspondiente.
2) Antes de hacerlo deberás verificar que el nombre del producto o del servicio que comenzaras a prestar se encuentren disponibles para poder registrar la marca y asegurarte que no existan antecedentes. Caso contrario, deberás luego modificar la identidad completa de tu marca para poder operar sin sobresaltos.
3) ¿Estarías tranquilo comprando un automóvil y que no esté a tu nombre, o adquiriendo una propiedad sin tener una escritura que lo acredite? Pues bien, lo mismo sucede con la marca comercial: hasta que no obtenés su registro legal no sos dueño de aquella y por tanto, ninguna protección legal podrías invocar para defenderla del uso indebido por parte de un tercero. El registro de la marca es lo único que confiere la certeza a su titular, que lo invertido en su negocio le rendirá utilidades en forma exclusiva a él y a nadie más.
4) Si comenzás a usar una marca y resulta que la misma era de propiedad de un tercero, podría éste intimarte al cese de uso de la misma y toda tu inversión se perdería en un chasquido de dedos.
5) Ser titular de una marca implica que la misma tiene protección en la clase en la que específicamente fue registrada. Recordamos que en Argentina existen 45 clases para distinguir fabricación de productos y prestación de servicios. Por eso, si lanzaste un nuevo producto al mercado, deberás protegerlo en la clase pertinente para tener la tranquilidad de que tu marca está correctamente registrada en todos los rubros que brinda tu negocio.
Así, desde mi experiencia como asesora jurídica de emprendedores en los últimos diez años, aconsejo a quiénes se encuentra en proceso de creación y desarrollo de todo proyecto comercial, registrar el signo distintivo del mismo.
Porque si, y solo sí la marca se encuentra registrada, podrá luego su titular asegurarse la exclusividad de su uso, contando con las herramientas legales necesarias para repeler a cualquier tercero que pretenda en forma indebida utilizarla.
De lo contrario sólo serán buenas ideas a merced de su eventual apropiación, por quien se decida registrarla y gozar de los beneficios económicos de su explotación.
Pensá en derecho, registrá tu emprendimiento y marcá la diferencia.
Belen Valladares, asesora jurídica de Pymes y emprendedores. Titular del estudio Agencia de Marcas