El tiempo y las experiencias fallidas le dieron a Marcos y a su padre y socio, Jorge, la pauta de cuál era la dirección en la que debían ir. Después de descartar la fabricación de productos de iluminación por falta de interés en las ventas y de probar con la fabricación de reposeras, que si bien tuvieron una buena recepción por parte del público, decidieron casi por casualidad que lo suyo era la fabricación de estufas.
Recibí + información sobre Historias Que Inspiran! Suscribirse Ahora
Jorge se conectó con gente del Inti y a partir de una necesidad de calefacción de la comunidad mapuche en Neuquén nació lo que más tarde sería Ñuke, que se dedicaría a fabricar estufas que a su vez cumplieran la función de cocinas.
Con ese primer paso la empresa empezó a afirmarse hasta que después se enfrentó a su primer obstáculo. Si bien el éxito era incipiente las ventas no alcanzaban.
Probar con la exportación fue el primer intento para hacer crecer las ventas, pero no funcionó. Al tiempo, Jorge se enfermó y Marcos se quedó solo.
Marcos se quedó solo al frente del negocio familiar. Él no sabía cómo salir de la crisis y decidió consultar a sus clientes qué veían del producto. De tanto escuchar, encontró la solución. La cuestión estaba en el diseño. Mejoraron la imagen de sus productos y de la empresa y los resultados no tardaron en llegar.
En poco tiempo y con Jorge ya repuesto la empresa se consolidó como sinónimo de calidad y diseño y hoy ven un futuro en clara expansión y con la incorporación de productos nuevos a su línea.
MIRÁ LA HISTORIA DE ÑUKE ↓