“Soñaba ser un empresario exitoso y con 19 años me puse a vender radiomensajes. Mi negocio era un auge, pero desapareció de un día para otro por un grave error que cometí”, afirma Esteban Wolff, socio fundador de Chocorisimo, una fábrica de helados que se especializa en el desarrollo de productos innovadores y sustentables.
En una charla con Gonzalo Otálora – consultor especializado en Storytelling y pitch – en su programa “Historias que Inspiran”: Capítulo 1: 3 errores, 3 lecciones”, el emprendedor cuenta el gran error que cometió por inexperiencia y las consecuencias que tuvo que afrontar. No obstante, siguió adelante.
Desde chico Esteban soñaba con ser un empresario famoso. Salir en las tapas de los diarios contando sobre su empresa y ser admirado por sus colegas. Pero, su familia lo incentivaba a trabajar en relación de dependencia como repositor de un supermercado.
En la década del 90, un día leyendo el diario en un bar, observa una publicidad de un empresario americano con un radio mensaje en la mano y decía que era el futuro de la comunicación. (Hagamos un paréntesis, para quien no sabe de que hablamos, se trata de un equipo chiquito -que lo único que hacía era- mandar mensajes. Recordemos que en ese momento no existía el celular).
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Ahí está el negocio pensó: ¡Quiero vender radiomensajes!
“Por intermedio de una amiga que sabía inglés. Le escribo una carta a este empresario y le pido una reunión para trabajar con él”, relata Wolff. Logra tener una reunión con esta persona, pero había un pequeño detalle: Esteban no hablaba inglés.
Con ayuda de un gerente comercial le explica a este empresario que ¡quería vender esos radiomensajes por su cuenta!
“Recuerdo que a mi grupo de amigos se los vendí para salir los sábados a la noche. También, fui al servicio de Penitenciario Federal para que estén alertas ante un caso de motín”, detalla Wolff.
El emprendedor vendía una situación hipotética que podía y la solución que había con el uso del aparato.
“Yo vendía grupos de WhatsApp”, detalla. Empezó a vender, vender y el negocio comenzaba a crecer con sucursales de venta del aparato al público. En un momento, se encontró que con 21 años tenía 5 locales comerciales, 25 empleados vendiendo radio mensajes. Les iba bárbaro.
Hasta que nace la empresa Movicom, una empresa de telecomunicaciones creada en 1989. A la compañía se le ocurre regalar el aparato a empresarios, emprendedores, a todos los que tenían ingresos reales. Ellos lo único que abonaban era el servicio.
De un día para el otro, Esteban pasó de vender 450 equipos por mes a vender cero, tuvo que despedir gente, cerrar locales, etc.
“Mi gran error fue nosaber entender que venía una nueva tecnología que iba a desplazar al radiomensaje. Yo pensé que el celular no tenía futuro, que solo era para un nicho de gente”, se lamenta el emprendedor y lo relaciona a su falta de experiencia en el mercado.
En la actualidad, se define como “un fanático de la tecnología”.
Como moraleja, el emprendedor aprendió quelas nuevas tecnologías vienen para quedarse; una gran lección que -años más tarde- lo ayudó años con el lanzamiento de Chocorisimo.
Su negocio era furor, pero QUEBRÓ EN UN MES ¿Cuál fue su gran ERROR? – YouTube