En una primera etapa se asoció con una fábrica pero cuando la inmediatez y el éxito de la demanda superaron la capacidad de producción, se encontró frente a la primera dificultad: no tenía respaldo financiero para sostener la cadena de pago.
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Logró superar esa primera crisis y convencido que el negocio funcionaba buscó un socio que le diera la posibilidad de ser fabricante, volviendo a levantar el negocio. Pero volvería a repetirse la ecuación y Lionel y, su socio, Hernán se encontraron otra vez frente al problema de no tener un gran respaldo. Es ahí donde Hernán sugirió cambiar el juego del negocio y empezar a vender en el comercio electrónico.
Al principio, con temor y algo de desconfianza apostaron al e-comerce como primera opción y lejos de lo que imaginaban, fueron un boom de ventas.
Hoy estabilizados en un nuevo eje de negocio y con la experiencia que dan las crisis apuestan a consolidarse aún más con el lanzamiento de franquicias de su marca.
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