Martin Grosbard, titular de Qüem, pasó por los estudios de Franquicias que Inspiran para que conozcamos cómo funciona una franquicia de productos congelados.
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¿Cuántas franquicias tienen?
Tenemos doce tiendas de las cuales siete son franquicias. Durante fines de 2017 era impresionante la cantidad de consultas que nos llegaban.
En 2018 se paró todo
Sí, pero nosotros, también, tuvimos que tomar una decisión porque teníamos una crisis de crecimiento. No es gratis crecer en una pyme que vende alimentos congelados porque, si alguien quiere abrir diez locales, nos vamos a poner contentos, pero tenemos que comprar cámaras, camiones. Si de esos diez locales después quieren cerrar cinco cuando ya se hizo la inversión, me fundo. Es una buena noticia pero al mismo tiempo hay que analizarlo bien.
Este año, en los últimos cuatro meses, es impresionante la cantidad de gente que consulta. Me llama mucho la atención el interés que hay en el interior del país.
¿Cómo llegaste a convertirte en franquiciante? Cuál es tu recorrido como emprendedor?
Antes de Qüem trabajé 20 años con autopartes, este no es mi primer emprendimiento, aunque sí en el rubro. Tuve una empresa propia de distribución de autopartes, y con el tiempo surgió esta posibilidad, era una oportunidad de mercado. La verdad, lo otro me tenía cansado, no es un rubro tan lindo ni tan sencillo.
A mediados del 2014 se fueron dando las situaciones. Estuve hablando con un grupo de amigos de hacer algo diferente, porque en el mundo es algo común, cada cinco cuadras existe una tienda de este tipo, y vimos la posibilidad de probar.
Pasé de atender a repuesteros, a atender a las señoras del barrio, un cambio total. Pero siempre me dediqué a las ventas, no me resultó algo difícil. Me costó al principio aprender acerca de los productos, entender procesos que eran necesarios para los clientes.
Este es un mercado que necesita comunicación, desasnar a la gente en cuanto a los prejuicios del congelado. Yo veo que a las personas les llama la atención ver lentejas congeladas y probablemente es algo que ya consumieron, pero no se enteraron. Hoy la gastronomía está muy volcada al congelado y ahí es donde está hoy el gran negocio nuestro.
El retail viene creciendo muy de a poco, me pone contento ser un referente en lo que es una tienda especializada en congelados, aunque la realidad es que hay un largo camino por recorrer, estamos recién empezando.
Es muy saludable que hayan parado para armarse, crecer y estar preparados
Sí, porque lo primero que puede pasar es que, en la vorágine, se atiende muy bien al nuevo franquiciado y se desatiende al que viene trabajando hace un tiempo. No hay manera de que, si al franquiciado le va mal, a mi me vaya bien. Uno trabaja todos los días para que esté todo en orden, pero después cada uno está al frente de su negocio, tiene derechos y obligaciones. Es algo común a todas las franquicias.
¿El mercado de los congelados en Argentina es incipiente?
Si, realmente está en pañales.
Este año desapareció un competidor directo de Quem. ¿Qué pasó cuando ese jugador cayó? ¿Te preocupaste o viste las fortalezas como diferencial de marca?
Me dio la tranquilidad de que yo venía haciendo bien las cosas, que venía comunicando con transparencia lo que nosotros ofrecemos y que el mercado de congelados hoy da para esto. Si bien él apareció bastante después que nosotros, con un formato muy similar, realmente nos ayudó a consolidar la idea y el formato de tienda que ofrecemos.
¿Ustedes elaboran?
La elaboración la tenemos terciarizada.
¿Qué es lo que la gente más se lleva?
Es diferente lo que la gente compra en el hipermercado que lo que la gente busca en nuestras tiendas, principalmente por el surtido. En las estadísticas, Argentina tiene un consumo de congelados retail de dos kilos per cápita, o sea, ir a comprarlo y llevarlo a tu casa. Pero esos cálculos parten de los supermercados y apuntan mucho a las hamburguesas. En Qüem tenés que sentarte a esperar que alguien compre una hamburguesa, no buscan eso, quieren vegetales listos y picados o comidas preparadas.
¿Cuál es tu gran desafío como empresa?
Mirá, uno va a cualquier hotel, a las cuatro de la mañana pide servicio al cuarto y la verdad es que no está el chef haciéndolo. Por más caro que sea el hotel pero hay un producto que está congelado, te dicen `ya te lo llevo` y en ocho minutos lo tenés listo y emplatado.
Nuestro gran desafío es que la persona que comió el salmón grillado a las cuatro de la mañana porque llego de viaje sepa que lo puede comer en la casa, que se lo lleva al vacío y lo hace como se lo dieron en el hotel. Que la gente note que cuando se sienta a comer en una estación de servicio le están sirviendo un plato que estaba congelado.
¿Dónde te ubican?
Tenemos tiendas en Belgrano, Nuñez, Devoto, abrimos una recientemente en Vicente López.
¿Tu gran desafío es comunicar?
No es solo mi gran desafío, es el gran desafío de las empresas que están en el retail del congelado. Hay grandes empresas millonarias que no invierten en comunicación y están esperando que su producto se venda y se desarrolle.
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FRANQUICIAS QUE INSPIRAN, un formato multiplataforma conducido por Gonzalo Otálora, donde se difunden oportunidades de negocios para inversores, emprendedores y comerciantes. ??️?
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